El Instituto Asturiano de la Mujer incluyó entre las medidas de su Estrategia Asturiana contra la Brecha Salarial 2016-2018, la publicación anual, coincidiendo con el Día por la Igualdad Salarial de Hombres y Mujeres cada 22 de febrero, de un díptico informativo sobre qué es la Brecha Salarial de Género y cuáles son sus características y magnitud en Asturias.
La persistencia de las diferencias salariales por razón de género es uno de los hechos mejor documentados desde la Economía del Trabajo. Sin embargo, no deja de ser objeto de controversia en la actualidad. Es necesario un esfuerzo por explicar que esta brecha existe, y que no se debe únicamente a las diferentes elecciones que mujeres y hombres hacen libremente respecto a sus vidas (optar por un trabajo a tiempo parcial o a tiempo completo, por ejemplo), sino que es una expresión de diversas desigualdades por cuestión de género.
La brecha salarial es injusta no sólo en sí, por motivos éticos; también lo es porque pone de manifiesto la pervivencia de las desigualdades que están en su base, y por imponer a las mujeres unas consecuencias que se extienden más allá del final de su vida laboral: las más mayores tienen más dificultades en el acceso a pensiones contributivas, y menores cuantías cuando las consiguen.
El impacto que las diferencias salariales y las posteriores diferencias en las pensiones tienen en el bienestar y salud de las mujeres es múltiple. El acceso a los recursos económicos es uno de los determinantes de salud mejor documentados; pero además estas diferencias refuerzan e interactúan conotros factores determinantes de la salud como son: el acceso a recursos de atención sociosanitaria, la exposición a situaciones de estrés y/o de violencia, la deprivación material y otros.